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Información general
El periodo colonial
La conquista española - 1532 - 1533
Atraído por maravillas historias sobre un país muy rico, el Biru, Francisco Pizarro salió de Panamá en 1524 donde residía, llegando a la desértica costa peruana.
Las investigaciones duran varias semanas y los hombres de Pizarro desesperados comienzan a morir de hambre, cuando finalmente descubren un pueblo abandonado con comida y oro. Continuando con la investigación, se encuentran con una fuerte hostilidad de los indios, Pizarro decidió regresar a Panamá. Varios intentos fracasaron debido a la alta resistencia de los locales, pero el conquistador se entera de una guerra civil entre los dos hermanos incas, Atahualpa en Quito, y Huáscar en el Cuzco.
¿Cómo menos de 200 españoles pueden superar un poderoso imperio, además en medio de un terreno desconocido y de difícil acceso?
Una acumulación de factores explica la derrota Inca. En primer lugar, todos los españoles tienen armas de fuego. Más importante aún, se beneficiaron de la guerra civil entre los dos hermanos que debilitó considerablemente el imperio, utilizando el engaño para capturar a Atahualpa y, por último, se beneficiaron de la complicidad de ciertas poblaciones sometidas al imperio que los apoyaron para deshacerse de los Incas, sin imaginar que los españoles serán más tiránicos que sus predecesores.
La captura de Atahualpa
A principios de 1532, los españoles llegan al norte del Perú, en la región de Tumbes, es el comienzo de la conquista. El 15 de agosto de 1532, Francisco Pizarro fundó la primera ciudad española en América del Sur, Villa San Miguel de Tangarará (cerca de la actual ciudad de Sullana) y sigue hasta Cajamarca donde el Inca Atahualpa estaba instalado con un gran ejército en los Baños del Inca a 6 km de la ciudad. En el camino, los conquistadores a veces encuentran una fuerte resistencia o al contrario una asistencia de parte de los pueblos sometidos al imperio incaico y listos para ayudar a estos curiosos guerreros cubiertos de metal con sus "llamas gigantes" para deshacerse de sus poderosos ocupantes.
Atahualpa no ataca a Pizarro convencido que unos pocos españoles no pueden hacer nada contra su ejército de 20,000 hombres. El 16 de noviembre de 1532, Pizarro le tiende una trampa en Cajamarca. Se organiza una entrevista diplomática y el Inca llega a la ciudad con 2,000 hombres desarmados, pero los soldados españoles están armados y escondidos. Un sacerdote tiende la Biblia a Atahualpa que la rechaza. Este sacrilegio es la excusa para los españoles que surgen de todos lados provocando una masacre. Se captura Atahualpa, sus 2,000 soldados indefensos asesinados sin piedad y la mayor parte del ejército imperial tomado por sorpresa no reacciona.
El rescate
En prisión, Atahualpa se da cuenta de que los Españoles estan muy interesados en los metales preciosos, que para los incas tienen un valor ritual. El Inca ofrece a cambio de su liberación llenar dos veces la habitación en la que estaba recluido, de plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano". Pizarro recibió 6 toneladas de oro y 12 toneladas de plata, correspondiendo en valor actual a 300 millones de dólares o 240 millones de euros. Después de cumplir su parte los españoles lo sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro. Fue ejecutado el 26 de julio de 1533.
La llegada al Cusco
En el camino hacia Cusco la capital incaica, Pizarro encuentra una fuerte resistencia de parte de los tres generales incas, Rumiñahui, Chalcuchimac y especialmente Quisquis, un excelente estratega que llega a ser la bestia negra de los españoles. A su llegada a la ciudad imperial, el español recibe la ayuda de Manco Inca Yupanqui también conocido como Manco II, ex aliado y hermano de Huáscar (el Inca vencido por su hermano Atahualpa), que piensa que los españoles le ayudará en la lucha contra los ejércitos del norte (fieles a Atahualpa), la guerra civil sigue presente en todo el imperio. Pizarro entra en la capital imperial sin pelea el día 15 de noviembre de 1533 y rápidamente corona a Manco Inca como Sapa Inca, el nuevo emperador, quien luchará contra los generales rebeldes.
La época colonial - 1533 - 1821
Lima - Un año después de la conquista del Cuzco, Francisco Pizarro decide fundar la capital del Perú en el valle del río Rimac que le da el nombre definitivo de la ciudad, Lima. Él escogió este lugar por su ubicación estratégica en la costa, la ciudad es un puerto para enviar la riqueza en España y además muy bien protegida ya que está situada en una bahía.
La resistencia inca duró casi 40 años. Incluso Manco Inca, aliado de Pizarro para conquistar Cusco, entra en rebelión, dándose cuenta muy rápidamente de que los españoles solo se interesan las riquezas y no respetan en nada a los indígenas.
En un principio, la capital peruana es llamada " La ciudad de los Reyes", una denominación pompuosa que fue influenciada por la fecha inicialmente prevista el 6 de enero del 1535, el día de la bajada de los reyes, finalmente se realizó en retrazo el 18 de enero. Sin embargo Lima llegará a ser la capital del Virreynato del Perú en Sudamérica durante dos siglos.
El Imperio Neoinca de Vilcabamba
En 1536 Manco Inca se establece en Vilcabamba al borde de la selva amazónica, que se convertirá en el último refugio de los incas durante 36 años. Él luchará contra los españoles hasta su muerte en 1544. Tres hijos lo sucederán, Sayra Túpac que firma la paz con los ocupantes, Titu Cusi Yupanqui que intenta rebelarse pero rápidamente controlado y Túpac Amaru I, el último Inca que se enfrentó a los españoles hasta su ejecución en 1572.
Durante muchos años una rivalidad existente entre los conquistadores debido a los desacuerdos en la repartición de las riquezas, Pizarro mandó a matar a Diego de Almagro su ex compañero y tres años después los amigos de Almagro se vengaron asesinandolo el día 26 de junio de 1,541.
El Virreinato del Perú
El 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos V creó el Virreinato del Perú, que en este momento incluye gran parte de Sudamérica, excepto Brasil y Venezuela. Todas las riquezas del reino pasan por la capital peruana para ser enviadas a España.
Lima se convirtió en la capital de este nuevo imperio y será el centro económico de Sudamérica durante dos siglos, hasta la creación de otros dos virreinatos: el de Nueva Granada (hoy Colombia) y Río de la Plata (Argentina). El esplendor de la capital colonial competía entonces con Madrid.
Era una época de gran prosperidad para los españoles gracias a la explotación de las minas de oro y de plata, pero los indios pagan un alto precio, muchos mueren en las minas o son diezmados por las enfermedades importadas por Los europeos, como la viruela, el cólera y el sarampión. La agricultura se desarrolla también, los colonos se distribuyen entre ellos las grandes propiedades, utilizando una mano de obra dócil casi reducida a un estado de esclavitud.
Las cuatro clases sociales durante la colonia
Los Españoles mandados por la madre patria son obviamente los privilegiados, seguidos de los criollos que son los descendientes de españoles nacidos en América. Una tercera categoría aparece rápidamente, los mestizos de padre español y madre indígena, consecuencia de una inmigración predominantemente masculina. Por último, están los nativos.
La independencia
Desde mediados del siglo XVIII, se sienten movimientos de resistencia contra los conquistadores en América Latina.
Túpac Amaru II
De origen mestizo, José Gabriel Condorcanqui Noguera (su nombre de bautizo) es un descendiente directo del último Inca Tupac Amaru I. En 1780, se rebeló contra el dominio español, los impuestos exorbitantes y la exageración del trabajo obligatorio para el Estado (derivado de la Mita Inca). Su insurrección dura menos de seis meses, pero fue suficiente para propagar su rebelión, incluso fuera de las fronteras del Perú. Rápidamente arrestado y ejecutado, se convierte en un símbolo de protesta. Otros levantamientos tuvieron lugar en los años siguientes, rápidamente reprimidos. La Revolución Francesa extendió su ideología republicana en el nuevo continente. En 1808, el ejército de Napoleón debilitó a España, lo que llevó a las colonias americanas a separarse del yugo colonial.
Don José de San Martín
El General argentino que participó en la independencia de Argentina y Chile, estaba convencido de que se debía liberar al Perú del poderoso y peligroso bastión español. Llegó a Paracas el 8 de septiembre de 1820. Sus tropas avanzan hacia la capital, movilizando la población y luego de varias negociaciones infructuosas con el virrey, entró en Lima unos meses más tarde, mientras las tropas españolas se habían retirado a los Andes.
El 28 de julio de 1821, San Martín proclamó la independencia del Perú. El dirigirá el país durante más de un año antes de regresar a Argentina. A partir de entonces, acusado de conspiración, huyó a Francia y murió dos años más tarde en Boulogne-sur-Mer a la edad de 72 años.
La costa peruana es libre pero no los Andes y el ejército del virrey es cada vez más amenazante. Después de la retirada de San Martín, el nuevo gobierno peruano solicita la ayuda del general venezolano Simón Bolívar, que acaba de triunfar en Colombia. Bolívar acepta e inicia una campaña militar contra el ejército realista, que terminó con la victoria del general Antonio José de Sucre en la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. La capitulación del virrey José de La Serna selló finalmente la independencia del Perú. Sin embargo, para los peruanos, José de San Martín es considerado el libertador.
La separación del Alto Perú
Después de la batalla de Ayacucho, el general Sucre sigue hacia al sur del lago Titicaca, el Alto Perú, para luchar contra la resistencia española. Entró en la ciudad de La Paz en febrero de 1825. Unos meses más tarde, Bolívar proclamó la independencia del Alto Perú, que toma el nombre de República de Bolivia.
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